La primavera nos ofrece una gran cantidad de paisajes deslumbrantes de luz y color. Las flores en la región mediterránea alcanzan en esta época su máxima plenitud. En este artículo destaco a la orquídea silvestre Ophrys speculum (Espejo de Venus). Esta primavera he tenido la suerte de poder observarla detalladamente y admirar su majestuosa forma y fisionomía. Sus llamativos colores y formas atraen a los polinizadores, pero sin duda suponen un deleite para el botánico y el amante de la naturaleza.
Las orquídeas en la región mediterránea son muy escasas, por lo que es tarea de todos conservar sus hábitats para poder continuar disfrutando de estas joyas botánicas. Por ello las debemos observar, siempre respetando su hábitat, sin hacer ningún tipo de impacto sobre su ecosistema o la propia planta o flor. La belleza de estas flores, nos ha de recordar la importancia de mantener nuestros ecosistemas sin alteraciones y mejorar nuestros hábitos individuales, para hacer frente al cambio climático, que sin duda pone en riesgo de supervivencia a estas plantas tan sensibles, raras y escasas.
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